10 ago 2013

ARCILLA

Aquella mujer me recorrió
como una pirómana subterránea
estuvo quemándome
hasta que no quedó una raíz
echó gasolina a mis ojos
y yo estaba en el centro de la llama
soldado en frío violeta
donde se funde el frío y el calor
y el tiempo se templa en la fragua
llegó tan adentro
que estaba asustado
yo no quería ser yo
ni cambiarme por nada.

Quería taponar mis salidas
para que no escapara nada de mí.

Me atravesó
y de mis yemas salieron rayos
que levantaron la tierra
estaba perdido
inundado de su océano agitado
comprendí al volcán y al cometa
fui  signo de oscuridad y de luz.

Me estaba fabricando otra vez
puso sus manos sobre mí
y me alzó como arcilla
en un baile hipnótico
hasta que tuve la forma que ella deseaba,
entonces me acercó los labios
para comprobar la temperatura
y me colocó en su estantería.

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